La unidad de las organizaciones y personas democráticas y revolucionarias solo se puede construir en un proceso, en el que asumamos auto-críticamente los errores cometidos y vayamos superando conductas anti-unitarias y privilegiando el accionar conjunto frente a cada situacion con base a las coincidencias definidas.

Cuando decimos que la unidad es un proceso (que puede ser prolongado) queremos dejar suficientemente precisado, que la unidad no podrá ser el resultado de una serie de acciones comunes coyunturales de corto plazo, ni de una simple integración de las organizaciones revolucionarias en un proyecto común.

Requerimos de una vocación y práctica unitarias en la que se integren todos o la mayoría de los sectores políticos, sociales y personas avanzadas sin partido de manera gradual y sin precipitación alguna.

Es absolutamente imposible atraer hacia el campo revolucionario a un caudaloso torrente de hombres y mujeres del pueblo necesitado de auténticas reformas y transformaciones en nuestra sociedad, sino les presentamos una propuesta unitaria con perspectivas de poder y que plantee un programa que desde el gobierno pueda garantizar  nuestra soberanía nacional plena y los cambios políticos, económicos, sociales y políticos y culturales que más se correspondan con el bienestar del pueblo y de la nación.

Pero nuestra propuesta de unidad tiene que pasar de los discursos, intenciones y consejos unitarios, a la práctica unitaria. Pasar de los deseos unitarios a la acción unitaria concreta. De los llamamientos unitarios, a los pasos, proyectos y procesos unitarios.

Y esta práctica no debe ser exclusiva de las direcciones revolucionarias. Todas las estructuras de la izquierda a todos los niveles y en todos los espacios territoriales del país y de nuestra diáspora deben asumir ese comportamiento unitario.

Y no tan solo las organizaciones revolucionarias, sino también los miles de hombres y mujeres revolucionarios sin partido; tienen que asumir un discurso y una práctica unitaria.

Lo que ha venido sucediendo en la izquierda a partir del pasado año 2024, debe servirnos para persistir en los esfuerzos unitarios con posibilidades reales de crecimiento, desarrollo y consolidación.

El año pasado se constituyó la Unidad Democrática y de Izquierda -UDI-.

Ese proyecto está integrado por el Partido Comunista Marxista- Leninista, el Frente Unido de Salvación Nacional, el Partido de la Unificación Comunista, el Movimiento Democrático REDES, el Espacio de Reflexión Marxista-Leninista y por el Partido Patria para Todos y Todas.

Ese importante proyecto unitario participó en el pasado proceso electoral y su unidad está cimentada principalmente en una propuesta de Programa de Gobierno Democrático y Soberanista.

Ese esfuerzo hay que continuar ampliándolo.

Otra experiencia unitaria iniciada a finales del pasado año, se fue configurando a partir de la creación del Comité de Homenaje al camarada Iván Rodríguez, con motivo del primer aniversario de su dolora partida.

Este Comité estuvo integrado por el Partido Patria para Todos y Todas, Fuerza de la Revolución, Partido Comunista del Trabajo, el Movimiento Caamañista y varios prestigiosos revolucionarios sin partido.

Ese espacio unitario realizó exitosos eventos en honor a Iván Rodríguez en Santo Domingo, La Romana, San Francisco de Macorís y en Azua.

Todos a casa llena y de un contenido revolucionario y con elevado entusiasmo.

En cada uno de esos eventos, los participantes nos decían con insistencia: «Eso es lo que tienen que hacer: unirse, porque divididos, nunca alcanzaremos el poder».

Con esa experiencia acumulada y persistiendo en caminar unidos en las cuestiones coincidentes, se conformó el Comité de Homenaje a Orlando Martínez, al cumplirse el 50 aniversario de su vil asesinato, ocurrido el 17 de marzo de 1975 por parte de la dictadura balaguerista.

Este Comité fue la continuación del anterior; pero ampliado y robustecido.

En esta oportunidad fueron integrados, el Movimiento Popular Dominicano, el Referente de Izquierda Dominicano y una serie de personalidades  e instituciones del mundo académico y artístico.

Realizamos 15 jornadas conmemorativas en todas las regiones del país y algunas en los EEUU.

Actos diversos y también de profundos contenidos revolucionarios: Acto Conmemorativo el día 17 de marzo en el lugar donde fue asesinado Orlando,

conocimiento del tema en aulas universitarias, ruedas de prensa, conferencias, apertura de la catedra en Orlando Martínez en la Universidad Autónoma Santo Domingo, conversatorios, documentales, exposición pictórica, nueva edición en tres tonos del libro Microscopio de la autoría de Orlando y un concierto  con artistas nacionales de alta calidad, identificados con las mejores causas y la destacada participación de un cantautor  uruguayo comprometido con las luchas emancipadora de nuestros pueblos.

Todas estas actividades fueron asumidas de manera unitaria, con elevado sentido de responsabilidad y sustentadas materialmente por sus organizadores, con un amplio apoyo del pueblo.

Y no habíamos concluido bien los actos conmemorativos del 50 aniversario del vil asesinato de Orlando Martínez, cuando nos dispusimos a constituir unitariamente e integrando a otros importantes sectores sociales; el Comité para Conmemorar el 60 Aniversario de la Guerra de Abril de 1965.

Un espacio unitario político y social que convocó y realizó una contundente y exitosa marcha el pasado 27 de abril desafiando la represión gubernamental y las amenazas y agresiones de la banda fascista denominada «La Antigua Orden», un grupo paramilitar, racista, anti- haitiano y que ha contado con la complicidad y apoyo de las autoridades gubernamentales.

El 28 de abril, día de la grosera invasión yanqui contra nuestro país, realizamos unitariamente una ofrenda floral ante el busto del coronel Caamaño en la calle El Conde.

Concluyó abril e inmediatamente marchamos unitariamente el primero de mayo en defensa de los intereses de la clase obrera desde el Parque Enriquillo hasta el Parque independencia.

Y el 19 de mayo  el Comité Conmemorativo del 60 Aniversario de la Gesta de Abril, participó unitariamente con varias organizaciones patrióticas en la ofrenda floral en el lugar donde cayó el coronel Fernández Domínguez y varios de sus compañeros en el intento de asalto al palacio de gobierno en medio de la Guerra de Abril.

En el mes de mayo hemos estado apoyando de manera unitaria las luchas contra la minera criminal y depredadora Barrick Gold y visitamos como izquierda y bajo desafiantes lluvias, el campamento en El Naranjo en las montañas de Cotuí.

El  miércoles 28 del presente mes de mayo celebramos, también  unitariamente, un interesante conversatorio sobre la vida y el ejemplo del compañero Ramón Almánzar.

Y para el domingo 8 del próximo mes de junio, estos preparados para asistir militante y estrechamente  unidos, a la gran marcha que se realizará en San Francisco de Macorís contra la Barrick Gold y en apoyo a los campesinos/as.

Esos son pasos y acciones unitarias, más allá de discursos, más allá de reflexiones e inquietudes sobre la unidad de la izquierda.

Un  caminar unitario en el que estamos aprendiendo que las relaciones entre los revolucionarios no pueden seguir siendo de competencia entre sí, sino de complementariedad.

Que las diferencias se pueden abordar sin atropellarnos, y sin descalificarnos y que la fortaleza que produce la sinergía unitaria, ninguna organización en particular la puede producir por sí sola.

Y que hay una amplia franja democrática y revolucionaria de nuestro pueblo que está dispuesta a integrarse a un proyecto verdaderamente unitario que se perfile con claras perspectivas de poder; pero no a las organizaciones revolucionarias existentes de manera particular.

Estas nuevas experiencias hacia la construcción de una ascendente y portentosa unidad democrática y revolucionaria,

debe ser tomada seriamente en cuenta, como un camino a seguir mucho más promisorio hacia la unidad de las fuerzas revolucionarias y de estas con el pueblo.

Un camino que represente la superación de cuántas experiencias unitarias hayamos impulsado en el pasado.

Que se proponga una unidad amplia, democrática, diversa en el marco de lo popular, patriótica y de izquierda  y que incorpore a las masas  a las luchas por el poder político de la nación, implementando los métodos que cada coyuntura aconseje: lucha económica, social, electoral, parlamentaria, cívica y de calle entre otros y todos estos métodos combinados.

En materia de confianza construida en la unidad de acción, nos encontramos en un momento altamente oportuno para ir avanzando sólidamente y sin prisa alguna, hacia niveles superiores de unidad.

No permitamos que viejas prácticas sectarias y vanguardistas malogren las extraordinarias potencialidades que tenemos para ir construyendo paso a paso y de manera ascendente y sostenida, una poderosa unidad para alcanzar el poder político de la nación.

Podemos vencer… Y venceremos.

Pero es imprescindible la unidad del campo democrático, patriótico y de izquierda.

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